Y giras giras y giras, para terminar en el mismo lugar donde empezaste.

Abre los ojos y comienza a seguir el camino debido, ése que no te llevará a finales abruptos ni te obligará a avanzar en contra de tu voluntad. Deja que la mano que te tendieron te arranque de la vorágine del huracán, deja que el corazón que se acercó al tuyo le enseñe a sentir.

Sal de tu pequeño mundo y pierde el miedo a explorar. Arriesga más quien se esconde de la vida que quien la sale a buscar... nada tiene ninguno, sólo uno tendrá algo al final.

Ven, vete, vuelve a ir y regresa otra vez. Nunca olvides dónde estuviste, nunca dejes de recordar, pero destruye las cadenas que te impidan seguir adelante.